Por los vericuetos de la complejidad: entrevista con Carlos Enrique Ruiz, director del Aleph

Carlos Enrique Ruiz (der.) en diálogo con Nelson Vallejo. Manizalez, 2010

CER: ¿Opciones de mejor futuro?

NVG: Se requiere, a gritos, una ideología política renovada, una “política de civilización”, diría Edgar Morin, para pensar debidamente el porvenir de las naciones americanas, donde estén integradas y comprendidas las lecciones de la historia europea, tanto la colonialista como la liberadora y la utopía realista de una Unión europea, cuya divisa es “Unidos en la Diversidad».

En 2010, Carlos-Enrique Ruiz, director de la Revista ALEPH de Manizales (Colombia) nos sometió a un agudo cuestionario que, visto ahora, siete años después, recapitula para nosotros una trayectoria filosófica en el alba misma de un nuevo decenio. La entrevista resultó, desde el primer intercambio, una aplicación de la gran propuesta moriniana a problemáticas muy concretas como la relación insuperablemente disímil entre el ex imperio y la excolonia latinoamericana. Carlos Enrique, consciente de la intemporalidad de ciertas ideas (pero también de su necesaria actualización), ha mejorado e ilustrado hoy, como un diestro minero del conocimiento, este discurrir pensante que exige siempre un continuo cuestionamiento. De esta forma, la entrevista ve ahora de nuevo la luz en el n°180 de la Revista Aleph (enero-marzo 2017), que él dirige con vocación universalista desde la andina Manizales. Haciendo siempre gala de espiritualidad, generosidad y creatividad en el pensar, Carlos-Enrique Ruiz nos hace entrar de nuevo, para nuestro gusto, en lo que él llama los vericuetos de la complejidad.


«Les défis de la Pensée complexe à l’ère planétaire»

Congrès mondial pour la pensée complexe 2016

Sesión inaugural del Congreso Mundial por el Pensamiento Complejo. Paris, 2016

Discurso de apertura del Congreso Mundial de Pensamiento Complejo, a cargo del Secretario General de la Asociación para el Pensamiento Complejo, Nelson Vallejo-Gómez, seguido de la conferencia inaugural a cargo de Edgar Morin. Esta ceremonia de apertura tuvo lugar el jueves 8 de diciembre de 2016 en la Sede de la UNESCO en París..

Dos asedios parisienses a Héctor Abad en torno a «La Oculta»


Quand la littérature cartographie une société en métamorphose


En el marco de la Semana de la América Latina y del Caribe y en tanto que Consejeros de la Fondation Maison des Sciences de l’Homme (FMSH), promovimos, a finales de mayo pasado, dos encuentros con el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. Uno con sus lectores en la sede de la prestigiosa casa de edición Gallimard; otro en una mesa redonda en la que sometimos a este autor a una serie de preguntas sobre su último opus, “La Oculta” (y su doble francés “La secrète”). Dos asedios, de los cuales el autor se libera revelándonos algunas claves preciosas de esta novela, así como sus fuentes autobiográficas («famille, je vous aime»), genealógicas (la cuestión cuestionable de las alcurnias y los linajes bajo la prueba movediza del genoma), de généro (origen y persistencia del machismo y su vínculo con la propiedad terrígena), históricas y sociales (Colombia, Antioquia, inmersas en el turbillón de sus luchas recientes y de sus anacronismos insuperables). El video aquí disponible recoge de manera casi integral estos dos encuentros.

Ver nuestro video:

Emisario de Edgar Morin en el 26 Festival Internacional de Poesía de Medellín

En nombre de Edgar Morin, Padrino de Honor del 26° FIPM, tuvimos el placer y el honor de llevar y leer este mensaje, en la ceremonia de inauguración, el pasado 18 de junio de 2016. Las palabras y reflexiones del gran filósofo resonaron en el Parque de los Deseos, en la ciudad de Medellín, como ecos premonitorios, pues 5 días después, el 23 de junio, día histórico, el Gobierno colombiano firmó con el grupo de insurrección guerillera, FARC, el Acuerdo Final para ponerle fin político y constitucional al conflicto interno armado que, desde comienzos de los 50s del siglo pasado, ensangrentaba al país.

Paris, junio 16 de 2016

Querido poeta Fernando Rendón, Director general del Festival Internacional de Poesía de Medellín,

Pido en su nombre que mis palabras se conviertan en sonido, colores y sabores, en emociones y sentimientos y que mis vocales galas y planetarias canten mi querencia por Colombia y por el 26 Festival de Poesía de Medellín. Colombia es mucho más que realismo mágico, es un país de creatividad, donde lo poético es utopía realizada. Prueba fehaciente y vital de ello, es este Festival, que lleva 26 años tejiendo sentidos de belleza, de esperanza, de vida y de alegría por todas las calles, los barrios y pueblos de Antioquia.

Colombia que crea a la temperatura de su propia destrucción, enredada en múltiples conflictos, antiguos y modernos, y tantas contradicciones que lo ciegan y entristecen hasta la crueldad y el horror, en vez de servirle de barro mostrar la belleza y riqueza de sus gentes y tierras.

Pero tengo muchísima fe en el alma colombiana, en su sed de vida, que es más fuerte que la sed de venganza y de muerte; creo en el apetito intelectual que alegra sus gentes; creo en la obra maravillosa del Festival Internacional de Poesía de Medellín; creo en los talleres de Prometeo con niños, con jóvenes, con la generación del relevo; construyendo un mundo donde el conflicto no es muerte, sino la posibilidad de contradicción, diversidad, complementariedad y convivencia emuladora. Un mundo donde se viva de verdad poéticamente.

Espero que pronto Colombia encontrará sus propios pensamientos complejos, pues ningún país esta tan cerca de entender la necesidad de comprender la complejidades de la realidad de cada vida, de cada situación y de nuestro mundo. Espero que Colombia, inspirada por vuestro Feshttps://nelsonvallejogomez.org/admin/posts.phptival Internacional y por la fuerza espiritual del poeta Arthur Rimbaud, pueda firmar los Acuerdos de Paz y acoger todos los influjos de vigor y de ternura autentica. Y cuando llegue la Aurora del Posconflicto, armada de ardiente paciencia, sin distinción de origen, confesión, clase ni color de piel, todos los compatriotas colombianos entran con las manos unidas en la espléndida geografía e Historia de la Paz, por todos los territorios de Colombia y todos los corazones del mundo.

De corazón y espíritu por siempre,

Abrazos fuertes,

Edgar Morin

Tissage et métissage culturels en Amérique latine


« L’Amérique latine est un creuset de création en mutation permanente, vivante, une pouponnière étoilée de pensée méridionale, de pensée du sud, de pensée complexe ».
Edgar Morin

Par Nelson Vallejo-Gómez

Une version abrégée de ce texte fut rédigée à la demande de Marc Foucault et publiée dans la REVUE FORUM n°51, Paris, octobre 2013

Les pays d’Amérique-Latine vivent, chacun à leur façon, les tragédies et les richesses de la globalisation et la prise de conscience de la pensée du Sud, de la pensé méridionale, de la pensée globale, de la pensée complexe, bref de la complexité. La richesse de la complexité, c’est l’union de la diversité et de l’unité, les beautés créatrices des rencontres et des métissages dans tous les domaines. La tragédie de la complexité, c’est l’ampleur des antagonismes qui risquent d’être destructeurs. Et pourtant encore, la démocratie est un régime complexe qui se nourrit d’antagonismes d’idées, d’intérêts, mais qui est capable de régler pacifiquement les nécessaires conflits propres à la lutte pour la survie et les intérêts divers, à travers les débats, les controverses, la créativité de l’intérêt collectif et des biens publics communs. Le géni démocratique du vingtième siècle sera métisse ou il ne sera pas.

En Amérique-Latine, le grand défi actuel est que les antagonismes, qui la déchirent, puissent devenir productifs (les vieux conflits issus de la colonisation entre la Colombie et le Venezuela, le Pérou, la Bolivie et le Chili, par exemple). Aussi, les grands antagonismes planétaires entre Nord et Sud, Est et Ouest, riches et pauvres, hyper-développement et sous-développement sont-ils présents et actifs en Amérique-Latine, et de manière plus violente qu’ailleurs. Certains pays mêmes, comme la Colombie, vivent à la température de leur propre destruction. Mais nous savons que les forces de vie et de création peuvent utiliser les processus de destruction pour alimenter les processus de régénération.

Il y a fort à parier qu’une nouvelle conscience latino-américaine émergera de cette situation unique, qu’elle puisera dans l’expérience du Sud, la technique du Nord, l’apport des cultures européennes et celui des sagesses asiatiques, la complexité latino-américaine elle-même, les ressources d’un nouvel élan créateur, un message de renaissance culturelle et intellectuelle qu’elle pourrait apporter au Monde, comme l’ont fait au quinzième et seizième siècles les cités de Toscane, qui ont produit la Renaissance européenne.

La nación americana o la conjetura visionaria


Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria.” (Bolívar, 1815)


“El siglo XIX fue el de la libertad, el siglo XX el de la búsqueda de la igualad y el siglo XXI debería ser el de la fraternidad, el de la solidaridad.” (Octavio Paz)

Un debate sobre estos temas en las redes sociales, nos mueve hoy a proponer la lectura de nuestra ponencia ante la 14 Conferencia Internacional de la Academia de la Latinidad. Fragmentos:

El concepto de nación en América(s) se ha forjado de varias maneras. Y ha estado siempre al servicio de una concepción preestablecida de la sociedad y de los nuevos Estados. La identidad nacional de los pueblos americanos ha sido desde un comienzo una “comunidad imaginada”, según la expresión consagrada por los historiadores de la época republicana.
(…)
¿Cuál es, pues, la “idea americana” generadora de conceptos de gobierno y de afectos compartidos? ¿Qué interés para los americanos de hoy? ¿No será peine perdue reflexionar sobre la nación en la era del derrumbe de las ideologías, del pragmatismo cínico del político de turno, de la corrupción-hidra, de la ideología del terror, de la descomposición del pensamiento social? ¿No será mejor pensar la identidad colectiva a partir de otro concepto que no sea el de nación.
(…)
Afirmo pues, que el sentido de nación sigue siendo un desafío para los americanos. Es decir, que los americanos siguen careciendo de identidad nacional.Y en esta tarea, ellos también son contemporáneos de los pueblos del mundo. Ya que ser “nación por libertad y gloria” es otra cosa que creer serlo por extensión, oro, petróleo y misiles. También, es otra cosa que serlo por lengua y religión. (…)

«El país por 5 colombianos destacados en Europa»

Por SOPHIA RODRÍGUEZ POUGET

Artículo publicado en Lecturas Dominicales de El Tiempo, el 14/10/2015

Nelson Vallejo Gómez es el colombiano que más alto ha llegado en un gobierno extranjero. Funcionario de carrera y director general de educación básica y media del Ministerio de Educación de Francia, su trayectoria, tanto en ese Ministerio como en el de Relaciones, le ha merecido reconocimientos como el de ‘Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras’ en 2013, máxima distinción que Francia otorga a intelectuales y artistas en el mundo, y que en Colombia solo figuras como García Márquez, Germán Espinosa, Shakira o Carlos Vives han obtenido. Antioqueño, radicado en París desde 1982 donde estudió Filosofía, es consultor en políticas educativas y cooperación internacional, colaborador del filósofo Edgar Morin, y experto en Pensamiento Complejo, tema por el que ha sido invitado a conferencias en diferentes países. Fundador de la Academia de la Latinidad, cofundador del Comité de Universitarios del Instituto de Altos Estudios de América Latina y diplomático, fue director del Despacho ‘Américas’ del Ministerio de Educación francés y actualmente lo es de manera honorífica en la FMSH de París, que dirige el politólogo Michel Wieviorka, a quien asesora para la cooperación con América Latina. Fue, además, coordinador del documento ‘Los 7 saberes necesarios a la educación del futuro’ de la UNESCO, y continúa asesorando y publicando internacionalmente textos sobre educación.

“Colombia tiene ahora una imagen positiva por su empuje económico, deportivo y sus figuras de dimensión internacional. Pero permanece esa imagen de país carcomido por violencia endémica, que no logra crear un pacto social común y que deja abiertas muchas heridas de diferencias sociales e injusticias. Ese contraste hace un país que atrae pero que a la vez inquieta. Hay la esperanza de que logre concretar ese proyecto común; no deja de impresionar la tenacidad y creatividad de los colombianos en todos los campos. Visto desde fuera, hay algo muy importante que uno quisiera y es que Colombia cambiara de disco, que no toda su proyección se redujera únicamente a esa idea de la violencia y el posconflicto, sino que se dirija hacia otros retos sociológicos y políticos. Obvio debemos solucionarlo, pero sería importante que hubiera visión de futuro, un nuevo proyecto social, otra cosa que la eterna obsesión de los últimos 50 años de la violencia y, luego, del narcotráfico. Esa espiral no ha dejado pensar en otra cosa. Colombia se merece otros relatos políticos e históricos de mayor amplitud y diversidad”.

¿Qué es ser francés?

En vísperas de la fiesta nacional de Francia de este 2015, fui invitado por el director del programa radial París-América en Radio France International, para platicar en torno a una intrincada cuestión: «¿Qué es ser francés?» Quiero compartir mi carta-respuesta a una pregunta que Francia como tal no me había hecho antes.


Empezaré por decirle que, en abril 2012, por pedido de Edgar Morin, esbocé algunas aristas para responder a tan pretenciosa pregunta, pues el interrogante se ha vuelto un cruce de intrigas y discrepancias, en tiempos de crisis de identidad nacionalista, en vez de ser trama y urdimbre que dé fuerza y confianza a la sociedad francesa. Tal vez, aquellos que llevan “raza meridional”, como decía Simón Bolívar en su famosa Carta de Jamaica, hablando de la futura raza americana, puedan aportarle a Francia una nueva trama mestiza, en lógica de confianza, que reúna, y no de intriga, que separe.