La complejidad y el Confucionismo

La complejidad y el Confucionismo por Nelson Vallejo-Gómez, filósofo franco-colombiano, invitado especial de la Cátedra ALEPH, Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales – Informe de Relatoría, Sesión 9 Versión 30, martes 28 de marzo del 2017

Informe de Relatoría escrito por Martín Eduardo Estrada-Ramírez

Vallejo-Gómez se permite plantear una tesis en la que desestima la tendencia que albergamos en occidente. De acuerdo con él, actualmente existe una ruptura del ideal de persona por el enfoque que poseemos del proyecto de modernidad; con seriedad sostiene que “la razón, la técnica, la economía y los instrumentos no presentan una buena conexión con nuestro entorno” por el simple hecho de alojar una patología reduccionista de carácter cuantitativo. Vallejo-Gómez rechaza la concepción de reducir la razón, la educación y el progreso a algoritmos matemáticos que se traducen en una simple sistematización de nuestro mundo, inhibiendo la posibilidad de ampliar los medios, de expandir nuestros horizontes.

Vallejo-Gómez entrevistado por los medios manizalitas tras su intervención en la Cátedra Aleph.

Es martes 28 de marzo del 2017, no son más de las 9:10 de la mañana y el recinto en el que acostumbramos a desarrollar nuestra Cátedra Aleph ya tenía algunos asistentes. No se trató de una sesión usual porque las sillas más próximas a la puerta del recinto ya estaban ocupadas por cuatro personas: el docente Andrés Salas, director del Centro de Idiomas de la sede; la profesora Luz-Stella Cardona, gestora de proyectos desde la perspectiva de la complejidad; Carlos-Enrique Ruiz, ingeniero de caminos y de crepúsculos; y Nelson Vallejo-Gómez, filósofo franco-colombiano e invitado especial de la sesión. Fue tan inusual que varios de los participantes debimos acomodarnos en asientos distintos a los que normalmente usamos, suponiendo desde ese momento y desde esa nueva posición el acercamiento a un conocimiento de nuevas ideas, perspectivas y propuestas que nuestro invitado especial estaba a punto de exponer.

Carlos-Enrique Ruiz (izq.), «un hunsi o un hombre ideal en nuestra era contemporánea», según Nelson Vallejo (der.)

Carlos-Enrique dispersó un poco el ambiente insólito de la Cátedra al ser el primero en tomar la palabra, como normalmente ocurre en las demás sesiones. Nos extendió un amable saludo; seguidamente, aprovechó  para presentar a los docentes que nos acompañaban y no dudó en dar una merecida bienvenida a Nelson Vallejo, en la que reseñó su impecable hoja de vida, destacó las no pocas gestiones que Vallejo ha hecho en aras de la educación y resaltó, a través de los más adecuados y magníficos adjetivos, toda la labor llevada a cabo por este personaje de connotación internacional. Carlos-Enrique siguió su introducción y nos aseguró que hace no más de cuatro años Vallejo había compartido una sesión de Cátedra Aleph en la que se logró sacar provecho a todas las consideraciones y argumentos expresados por nuestro invitado y que esta sesión, la número IX de la trigésima versión de Cátedra Aleph, no sería la excepción luego de que Nelson nos pusiera en sintonía con los pensamientos de Edgar Morin y los conceptos de las “Analectas” de Confucio… El director de la cátedra prefiere no extenderse más, al ser consciente de que Nelson no podía acompañarnos hasta más allá de las 10:30 de la mañana. Cede la palabra a Nelson y a partir de ese instante se convierte en el fotógrafo oficial de la Cátedra. Nelson Vallejo-Gómez inicia su intervención a través de un saludo general y agradece las generosas palabras que Carlos-Enrique Ruiz le había dedicado minutos atrás. Opta, además, por considerar a Carlos-Enrique como un hunsi o un hombre ideal en nuestra era contemporánea, y es allí cuando el invitado incorpora por primera vez la corriente confuciana al mencionar el ideal de persona para este filósofo chino. (…)

«La concentración era tan abrumadora que ni siquiera un par de flashazos provenientes de la cámara de Carlos-Enrique consiguió desconcentrarnos.»

La actitud depredadora, sostiene Vallejo, nos encasilla en un consumo material que sólo repercute en factores negativos apoyados en un semblante egoísta y muy individualista. Ese semblante, escaso de altruismo, genera una descomposición del tejido social, en la que se desprecia el interés por lo público y se atenúan las posibilidades de diálogo.

Vallejo trata de dejar claro que el problema no estriba en la existencia de las diferencias, sino en la inexistencia de la participación que se tiene a la hora de acordar una forma de resolver las diferencias. De acuerdo con él, el pacto que formemos para resolver las diferencias siempre nos une, pues ahí es donde se robustece la sociedad democrática y los principios colectivos y se hunde la idea reduccionista y simplona de solucionar la diferencia a través de la prohibición, la discriminación y las injustas estigmatizaciones.

La foto de grupo tras «una sesión histórica», según Carlos Enrique Ruiz (al centro) con Vallejo-Gómez (de corbata)

Resistir, un mensaje de humanología -Acercamiento desde la complejidad a una mega-crisis

El doctor Li Wenliang, alertador censurado y víctima del Covid en Wuhan (China)

Por Nelson Vallejo-Gómez

Ensayo publicado en la REVISTA ALEPH n°200, enero/marzo 2022, Manizales (Colombia). Trama de la conferencia inaugural presentada en el IPCEM-Universidad Ricardo Palma, Lima (Perú), el 28 de octubre de 2021, con motivo del II Congreso internacional de Pensamiento complejo y Ciencias de la complejidad. Mega-crisis en un mundo en metamorfosis: ¡Cambiemos de Vía! Homenaje al centenario de vida del amauta Edgar Morin

Me preguntan contra qué deberían resistir los jóvenes del siglo XXI. Deben resistir contra la destrucción de la libertad individual, de la democracia socio-liberal y del ecosistema ambiental. Deben luchar por la metamorfosis del hombre y la emergencia de la humanidad como condición fundamental de la Tierra-Patria. Tal es el mensaje de la humanología que reside en el paradigma de complejidad».

Edgar Morin

La pandemia planetaria provocada por la COVID19 en el año de gracia 2020, annus horribilis, ha mostrado que el siglo XXI es viral o no es, tanto en lo biológico como lo informático y hasta lo cognitivo. Buscaremos mostrar que la hipótesis de virología compleja: lo viral como motor de la historia bio-antropo-lógica de la humanidad comporta un dato interesante para tomar consciencia de que hay, en toda crisis, complexus en emergencia, de que somos seres de religación, seres de triada religada, de BioTerríCultura, como lo propone Edgar Morin: Individuo↔Sociedad↔Especie.

Para leer el ensayo en la Revista Aleph No. 200 (edición completa), favor hacer clic en este link de Calamèo:
https://t.co/fqvnsiQSDy

Por los vericuetos de la complejidad: entrevista con Carlos Enrique Ruiz, director del Aleph

Carlos Enrique Ruiz (der.) en diálogo con Nelson Vallejo. Manizalez, 2010

CER: ¿Opciones de mejor futuro?

NVG: Se requiere, a gritos, una ideología política renovada, una “política de civilización”, diría Edgar Morin, para pensar debidamente el porvenir de las naciones americanas, donde estén integradas y comprendidas las lecciones de la historia europea, tanto la colonialista como la liberadora y la utopía realista de una Unión europea, cuya divisa es “Unidos en la Diversidad».

En 2010, Carlos-Enrique Ruiz, director de la Revista ALEPH de Manizales (Colombia) nos sometió a un agudo cuestionario que, visto ahora, siete años después, recapitula para nosotros una trayectoria filosófica en el alba misma de un nuevo decenio. La entrevista resultó, desde el primer intercambio, una aplicación de la gran propuesta moriniana a problemáticas muy concretas como la relación insuperablemente disímil entre el ex imperio y la excolonia latinoamericana. Carlos Enrique, consciente de la intemporalidad de ciertas ideas (pero también de su necesaria actualización), ha mejorado e ilustrado hoy, como un diestro minero del conocimiento, este discurrir pensante que exige siempre un continuo cuestionamiento. De esta forma, la entrevista ve ahora de nuevo la luz en el n°180 de la Revista Aleph (enero-marzo 2017), que él dirige con vocación universalista desde la andina Manizales. Haciendo siempre gala de espiritualidad, generosidad y creatividad en el pensar, Carlos-Enrique Ruiz nos hace entrar de nuevo, para nuestro gusto, en lo que él llama los vericuetos de la complejidad.