Primavera

Bitácora parisina de esta primavera.

Al caer la tarde, pongo a un lado mis tareas intelectuales cotidianas (lectura, escritura, música), que me sirven para vivir, amén de algunas tareas caseras (cocinar, aplanchar, limpiar el apartamento), que me sirven de terapia, para ir a caminar al parque de los Buttes («cerros») ChauMont («monte de caliza») al noroeste de París, a sólo unas cuadras de donde vivo, y a escuchar el trinar vespertino de las aves.

Hoy, contemplé la desolación de los patos, cuyo hábitat ha sido modificado desde hace unos meses, que vaciaron el estanque del parque, como hacen cada 20 años, para reparar los desgastes de la intemperie. Pronto terminan, y los desafortunados patos volverán a su bienestar.

He descubierto un platanus ibericus gigante. La noticia del parque dice que de la madera de uno de esos árboles fue construido el famoso Caballo de Troya, del que nos habla Homero en su Iliada.

También he descubierto la parte más forestal del parque.

De regreso al apartamento, y en compañía de un Jack D., escucho una interpretación muy bella de la Sonate Op.1 en C major para piano de Brahms, grabada en Praga en julio de 1988 (antes de la caída del Telón de Hierro) por el pianista ucraniano, Svjatosla Richter.

Te comparto la emoción de esa belleza y de las simples cosas.