Escuela con Confianza es oxígeno mental

Escuela con Confianza genera un bucle interactivo

Por Nelson Vallejo-Gómez

Trama revisada de un texto publicado en la revista colombiana Semana (2018), con motivo de la crisis de los “Chalecos Amarillos” en Francia, durante el segundo año del primer mandato presidencial de Emmanuel Macron.

La conciencia sin la conciencia es la ruina del alma»

Rabelais, Pantagruel

Consciente de que la sociedad francesa sufre una crisis múltiple grave de confianza, identidad
y proyecto político de significado local/global, en lo personal como en lo colectivo, igual que muchas
otras sociedades en el mundo, el ministro de educación, Jean-Michel Blanquer, propuso al tomar la
cartera que le confiaba el Presidente Emmanuel Macron, el 17 de mayo de 2017, que la propuesta
visionaria: Escuela con Confianza generara un bucle interactivo las relaciones en la triada
República↔Calidad↔Felicidad, y con ello, se construyera la política pública de la educación.

Nelson Vallejo-Gómez y el Ministro de Educación Jean-Michel Blanquer. Paris, 2019.

La apuesta de Blanquer considera que formar confianza es receta y fármaco para vincular en
un todo social abierto y sistémico la base común de conocimientos, competencias, aptitudes y
culturas, que le permitan a una sociedad combatir dicha crisis; pues hay múltiples factores de
inequidad y falta de reformas integrales con justicia social, que requieren saberes, algunos
tradicionales y otros inéditos, para evitar que se generen violencias, y se carcoma la posibilidad del
buen-vivir-bien, individual y colectivamente.

Francia: del aula presencial a la pantalla digital

Paris, 2021: Edgar Morin (100 años) entre el entonces MinEducación J.M. Blanquer y Nelson Vallejo (der).

Por Nelson Vallejo-Gómez

Artículo publicado en el diario El Comercio de Lima, el 24 de abril del 2020

En fin, las múltiples crisis que ha generado la pandemia COVID19 suscitan preguntas subsidiaras, que requieren pensarse desde un paradigma de complejidad, como lo hace Edgar Morin en su obra: ¿la revolución educativa, que conlleva la revolución digital, será una oportunidad para reformar y mejorar las bondades del Estado-nación republicano? ¿Conllevará la educación en línea y la revolución digital el advenimiento de una Humanología para aprehender del ‘conocimiento del conocimiento’, de la ‘comprensión humana’, de la ‘identidad planetaria’, de la ‘ética de religación’?

Al tener que confinar a 12.8 millones de alumnos y más de un millón de funcionarios, buscando salvaguardar la continuidad pedagógica, es decir, el servicio público de educación, Francia se vio obligada a mutar, de un día para otro, del aula presencial a la pantalla digital. Ya vendrá el momento de evaluar dicha operación y las mutaciones que requiere para mejoramiento del sistema, mayor nivel educativo, bien estar y justicia social.

¿Cómo se llevó a cabo operación tan compleja, con qué instrumentos, protocolos y objetivos se está realizando? ¿Qué brechas técnicas y pedagógicas, socio-económicas y culturales se han evidenciado?

Francia tiene un sistema escolar: público, obligatorio, gratuito y secular (‘laïque’), desde el siglo XIX, así como aquellos países que, para organizar las instituciones propias a su Estado-Nación, se han inspirado, sea ideal o realmente, en los principios de la República francesa (Liberté / Egalité / Fraternité). Francia se ha llevado dos siglos institucionalizando un sistema educativo, hilvanado a la historia del régimen republicano, del pensamiento moderno, crítico y secular, de los derechos humanos fundamentales y de la emancipación del individuo; tiene categorías que juegan un papel paradigmático, es decir, estructurante y acondicionador, tales como: aula en presencial, pedagogía tradicional, clasificación estructural de las asignaturas según importancia, evaluación numeral y punitiva, autoridad vertical, jerarquía y estatutos corporativistas del personal educativo, directivo y administrativo.