« Relier les connaissances » ou la métamorphose des disciplines

Por Nelson Vallejo-Gómez

« Armés d’une ardente patience »
Arthur Rimbaud


Un jour viendra où les historiens de l’éducation reconnaîtront en l’œuvre d’Edgar Morin l’un des
apports les plus significatifs pour comprendre, en amont, ce que la Loi française d’orientation et de
programmation pour la refondation de l’école de la République nomme socle commun de
connaissances, de compétences et de culture (Loi n° 2013-595). En effet, cette loi stipule, à l’article 13
modifié, que « la scolarité obligatoire doit garantir à chaque élève les moyens nécessaires à
l’acquisition d’un socle commun de connaissances, de compétences et de culture, auquel contribue
l’ensemble des enseignements dispensés au cours de la scolarité. Le socle doit permettre la
poursuite d’études, la construction d’un avenir personnel et professionnel et préparer à l’exercice de
la citoyenneté. »

On pourrait dire que toute l’œuvre de Morin est une encyclopédie, une propédeutique qui
converge à l’émergence d’un tel socle. Elle contribue à former la jeunesse et à montrer qu’il est
possible de répondre aux grands défis que les connaissances, les compétences et les cultures doivent
affronter, quand viendra la réforme concrète du système scolaire que les États-nations ont hérité des
temps modernes et du scientisme du XIXe siècle, et que nul n’ose réformer pour de bon, à en croire
les évaluations internationales qu’élabore l’OCDE. En effet, la réforme de ce système éducatif
remettrait en cause la pyramide des savoirs, des pouvoirs et les logiques binaires qui gouvernent la
mentalité d’un certain Occident guerrier, sûr de lui et conquérant, malgré sa crise notoire des
principes de gouvernance et de développement.

Celebración en la Unesco: Edgar Morin con Federico Mayor, Vallejo-Gómez, y Gustavo López Ospina. París, 1981

Depuis L’Homme et la mort (1951) jusqu’à Enseigner à vivreManifeste pour changer l’éducation (2014), en passant par Le Paradigme perdu : la nature humaine (1973), L’Unité de l’Homme
(1974), Relier les connaissances – le défi du XXIe siècle (1999), La Tête bien faite (1999), Les Sept
Savoirs nécessaires à l’éducation du futur
(1999-2000), sans évoquer ici directement, mais en
filigrane, son Opus Magna, La Méthode (6 tomes, 1977-2004), Edgar Morin n’a eu de cesse de
considérer comme fondamentale une révolution cognitive, qui passe par une réforme de l’éducation,
un changement de paradigme et de mentalités. Sans cette réforme, comment prendre conscience
de la nécessaire métamorphose de l’humain en humanité, en vue de son salut ? Car l’homme, où
qu’il se trouve aujourd’hui, est en mesure de voir et d’entendre numériquement global, sans pour
autant prendre conscience qu’il faut penser global, i.e. relier, relier, relier pour affronter les défis
de la complexité. «Nous sommes dans ce monde global confrontés aux difficultés de la pensée
globale, qui sont les mêmes que les difficultés de la pensée complexe» Sans la pleine conscience
du penser global se poursuivra l’auto-éco-aveuglement, qui ignore que le cercle de la production,
de la consommation et de la destruction, cercle vicieux et infernal, ambitieux et égoïste, barbare et
cruel mène à la ruine individuelle et collective. Une telle réforme appellerait aussi à une science
avec conscience pour humaniser le monde, et à une conscience avec science pour ne pas le rendre
idéologique, fétichiste ou égocentrique.

En somme, Edgar Morin peut être appelé l’éducateur-type d’une civilisation terrienne à l’ère
planétaire, comme jadis, mutatis mutandis, Homère le fut pour la civilisation de l’Antiquité
grecque. Toute l’œuvre morinienne converge en une sorte d’éthique du bien-penser, en Socle
commun pour une politique de civilisation. Edgar Morin donc, l’éducateur planétaire !

Morin a toujours été un rebelle pour l’institution universitaire sclérosée. D’aucuns s’étonneraient de sa célébrité tardive, alors que son œuvre colossale se trouve aujourd’hui traduite dans plus de 32 langues, qu’il a reçu plus de 30 doctorats Honoris causa à travers le monde, et que l’on peut dire de Morin, avec admiration pour l’œuvre et respect pour l’homme, ce qu’Alain Touraine a dit en 2001, lorsque nous avons célébré les 80 ans d’Edgar à l’UNESCO : « Voici un sociologue planétaire ! » À quoi, nous avons ajouté, pour donner le titre à l’hommage d’alors, organisé avec l’aide de Gustavo Lopez Ospina et en présence de Jack Lang et de Federico Mayor : « Morin, l’Humaniste planétaire ».

Humanismo y Terror

Por Nelson Vallejo-Gómez

Conferencia presentada el jueves 4 de junio de 2009, en la Universidad de Caldas, dentro del ciclo “Memoria, Espacio y Sociedad”, organizado por la Dra. Beatriz Nates Cruz.

Estoy contra el terror que transforma el hombre en cosa”
Maurice Merleau-Ponty

Humanismo y terror son dos palabras que si las pensamos juntas producen asombro y hasta escalofrío. Percibimos que son contradictorias en sí y que, al juntarlas, algo del ideal humanista se corrompe, peor aún, que algo del terror se justifica. Pero también, que dicho ideal, transformado en paradigma ideológico puede convertirse en fuente de terror, en mentalidad de ideología del miedo y en encadenamiento de violencia. Haré de ellas, pensadas sentido a sentido, el hilo conductor de la conferencia que hoy, jueves 4 de junio de 2009, pronuncio en la Universidad de Caldas, dentro del ciclo “Memoria, Espacio y Sociedad” que organiza la Dra. Beatriz Nates Cruz.

Los eruditos del tema saben que “Humanismo y Terror” es ante todo el título de un libro publicado en París, en 1947, por Maurice Merleau-Ponty. Este gran filósofo y fenomenólogo analiza en dicho libro el malestar ideológico o decadencia en que se encontraba la izquierda francesa y su inspiración revolucionaria de corte marxista-comunista, al salir de la Segunda Guerra Mundial.

El mundo occidental estaba entonces polarizado en una contienda de equilibrio del terror atómico denominada “guerra fría”. La caída del muro de Berlín cambió el tablero político mundial. Las “guerras del golfo” estadunidenses, en busca del control de yacimientos de petróleo, y la respuesta del terror puntual e inesperado de los extremistas islamistas en busca del control de la religión como fundamento moral, filosófico y político de la sociedad, instalaron el contrapunteo planetario de la ideología del terror globalizado.

Y sin embargo, la misión revolucionaria del proletariado -la toma de poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo- que los comités soviéticos alboreaban hasta finales de los años 1950, era un proyecto cuestionado ya en sus propios fundamentos teóricos. Así mismo, los horrores de la guerra y la confusión de ideologías que conlleva la guerra misma, fragiliza la justificación tradicional de la violencia y del terror como simples efectos colaterales de la revolución, concebida ésta como trascendencia de corte humanísitico.

Percibimos aquí una interpretación pervertida, algo que manipula y que tiene su origen en la interpretación con fines programáticos y materialistas –en realidad ideológicos- que el marxismo hace de la tesis de Marx según la cual la misión del hombre en la tierra es la de “transformar la realidad”. No se ha indagado suficientemente sobre la trama cartesiano-moderna de la tesis marxista, es decir, en el proyecto cartesiano-mecanicista que buscaba, apoyándose en las matemáticas, en las ciencias naturales y en la razón, “hacer del hombre como amo y soberano de la naturaleza”. Aparece hoy evidente que hay en tal proyecto un sometimiento destructor de nuestro entorno natural y poco a poco de nosotros mismos. La realidad es que el hombre contribuye, consciente e inconscientemente a todo cambio o evolución en la realidad, pero a su vez, hay en lo real una trascendencia que, sin ser necesariamente entendida como “destinación” o “predestinación”, se resiste a todo cambio radical o posición radicalmente revolucionaria. Todos percibimos en lo cotidiano y hasta en lo extraordinario, que la realidad que nos rodea conlleva algo irreductible, algo más que diferencia cuantitativa, respecto a lo ideal, y que el ser se encuentra ahí en relación dialéctica y dialógica.

Hay otro dato histórico que interpela a Merleau-Ponty en su libro “Humanismo y Terror”. Se trata de los llamados “procesos de Moscú”. En los cuales aparece abiertamente la aberración de todo sistema totalitario, en el plano teórico: los fines justifican los medios, y en el plano humano: el sacrificio del individuo en nombre de la “Revolución” o de la “Razón de Estado”. Los inquisidores modernos de la
Revolución de Octubre pensaban que era necesario “purgar la revolución”. Merleau-Ponty aplica entonces el método fenomenológico –ir al fondo de la “cosa misma”- a los tres conceptos claves de los revolucionarios soviéticos, a saber: revolución, marxismo y comunismo. Se trata de cuestionarlos para pensar la cosa en su fundamento; pensar el paradigma compleja dirá Edgar Morin diez años más tarde en su fascinante libro Autocritica (1958). Dichos conceptos se habían convertido en arma de guerra ideológica para justificar el régimen de terror estalinista.

Los ideólogos de izquierda encontraban en la crisis expansionista y colonialista, de corte capitalista, en favor de los estados nación europeos, en particular Francia y Alemania, las razones a las terribles guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX. La Revolución de Octubre en Rusia se presentaba entonces como una esperanza socio-política para un régimen justo, basado en el bienestar de la comunidad. Recordemos también que entre los Aliados, el pueblo ruso pagó uno de los más altos tributos a la guerra contra el nazismo alemán, razón por la cual su proyecto de sociedad beneficiaba de cierto a priori positivo.

Doctorado Honoris Causa de la UNAD

Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia, Bogota, 21 de marzo de 2023

Ceremonia de imposición del Doctorado Honoris Causa en Educación al Dr. Nelson Vallejo-Gómez, filósofo franco colombiano, especializado en la obra de Edgar Morin, además de Supervisor General de Educación, Juventud y Deportes de Francia

Ceremonia realizada en el marco del Trigésimo Encuentro de las Universidades colombianas con programas de Educación a distancia sobre el aseguramiento de la calidad de la evaluación en las IES, en presencia de personalidades invitadas como la Dra. Patricia Martínez Barrios, ex Ministra de Educación Suprema de Colombia y la Dra. Vivían Morales, ex Fiscal General de la Nación, ex Embajadora de Colombia en Francia (foto aquí abajo)

Con la Dra. Patricia Martínez Barrios, ex Ministra de Educación Superior de Colombia y la Dra. Vivían Morales, ex Fiscal General de la Nación de Colombia.

Nuestro discurso de aceptación versó sobre «Reconcepetualizar el sistema de aseguramiento de calidad en las IES»

“Que resistir sea un mensaje de humanología”: Nelson Vallejo Gómez

Nestor Ballesteros Puerto, periodista de la emisora universitaria UNIMINUTO Radio, nos entrevista en «abrebocas» a la Conferencia internacional “Resistir, un mensaje de humanología. Acercamiento desde la complejidad a una mega-crisis”.

La conferencia tendrá lugar el 21 de marzo de 2023 en la Rectoría de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Bogotá, Colombia), con difusión en directo a través de dicha emisora y en streaming a través de las redes sociales (ver cartel abajo).

Adelantamos aquí las grandes líneas de una charla que girará en torno a cómo la pandemia planetaria provocada por la COVID19 ha evidenciado que el siglo XXI es viral o no es, tanto en lo biológico como en lo informático y hasta en lo cognitivo, mostrando que la hipótesis de virología compleja: lo viral como motor de la historia bio-antropo-lógica de la humanidad comporta un dato clave para tomar consciencia de que hay, en toda crisis, COMPLEXUS en emergencia, de que somos seres de religación, seres de triada religada, seres de BioTerríCultura, como lo propone Edgar Morin: una triada 100% Individuo↔Sociedad↔Especie.

Una oportunidad para reflexionar sobre el proceso educativo a la luz del pensamiento complejo enmarcado en la obra del filósofo francés Edgar Morin.

«La educación pública puede ser de mejor calidad que la educación privada»: Nelson Vallejo-Gómez

Entrevista a Nelson Vallejo-Gómez del periódico digital Pancarta.pe realizada en el marco del “Hay Festival Arequipa», noviembre 2022

Está demostrado científicamente que la inversión en la educación baja los niveles de agresividad en la sociedad, baja los niveles de violencia. Permite mayor resultado para la inserción profesional de las personas.

Nelson Vallejo-Gómez

Nelson Vallejo-Gómez es un filósofo colombo-francés, especializado en políticas educativas y en cooperación internacional universitaria y científica. Es responsable del Programa Américas de cooperación científica en la Fondation Maison des Sciences de l’Homme en Paris y director de la información y de la valorización de políticas públicas en la dirección general de educación básica y media del ministerio de educación nacional de Francia (2012-2017). Secretario General del Consejo científico de Educación Nacional (2017-2021). Actualmente: Inspector General vitalicio de los Ministerios de Educación y Ciencia Tecnología.  El pasado 5 de noviembre se presentó en el Hay Festival, para luego acceder a una entrevista con Pancarta.pe. El especialista recalca la importancia de la educación en los niños y su impacto en la sociedad, además de la responsabilidad del Estado en la garantía de la misma.

Se tiene esta idea de que los niños ‘absorben información como esponjas’, ¿es esto cierto?

El cerebro de los niños está estructurado genéticamente como un algoritmo para el aprendizaje. Eso implica la metodología del aprendizaje. El niño no es una esponja, [el niño] es un mecanismo para integrar modelos algorítmicos de aprendizaje del mundo. Se requiere enseñarles cómo funcionan esos aprendizajes.

En el caso de la integración de los signos del alfabeto -por ejemplo- no se trata de ser una esponja. Ahí no se trata de ser una esponja, se trata de poder saber cómo funciona la relación entre el fonema y el grafema.

Cuando se dice «esponja» es por la capacidad de imitación. Los mamíferos comparten con el hombre la capacidad de imitación, la diferencia es que la cría humana es capaz de la reflexión. Es capaz de calcular, de hacer una estadística para integrar y saber dónde está el error y la ilusión, lo que el mamífero primitivo no sabe hacer.

Entonces, la persona humana tiene una capacidad de imitación o de esponja, pero con reflexividad, con conciencia y eso es lo más importante.

¿Cómo se enfrenta esta situación?

Es muy importante que los maestros tengan conocimiento de los últimos avances de las ciencias cognitivas y de la psicología cognitiva experimental. Para que conociendo mejor el funcionamiento del cerebro puedan identificar donde están los sesgos psicológicos y las dificultades neuronales, de modo que los niños aprendan mejor a leer, escribir y a respetar a los demás.

En este sentido, ¿cómo afectó la educación a distancia en la educación de los niños?

La pandemia nos enseñó que tenemos que utilizar de manera más consciente los medios de comunicación y las tecnologías de información y comunicación. Pero tenemos que hacerlo de manera inteligente.

Allí -donde hay mayor tecnología- requerimos mayor humanidad. Y una de las cosas que los niños sufrieron fue la falta de empatía, la falta de calor humano de la relación con el maestro. Eso la tecnología no lo da y la educación a distancia tampoco. 

Allí hubo una brecha en lo que se entiende por competencias psicosociales. Hay que trabajar mucho más la noción de competencia psicosocial, las cuestiones de empatía y el cuidado y la atención con respecto a los niños para evitar el abandono escolar.

¿Cómo se vieron afectados los niños que no contaban con los recursos para acceder a la educación virtual?

La pandemia ha enseñado dos cosas fundamentales de manera general. La educación es fundamental para estructurar la relación social, la educación es fundamental para el tejido de la sociedad y la democracia, de las relaciones de convivencia del buen vivir. La educación es fundamental para preparar la juventud del relevo al desarrollo humano, profesional, económico y social de una sociedad.

En ese sentido, la pandemia nos ha enseñado que el primero de los combates de una sociedad responsable y solidaria es que todos los niños (entre 5 y 7 años) aprendan a leer, a escribir, a contar, a respetar, a quererse los unos a los otros. Aprendan un poco de la historia, del contexto de la multidimensionalidad, de la complejidad del mundo. Sobre todo que los responsables políticos tengan conciencia que la primera inversión de una sociedad responsable y solidaria es el presupuesto de la educación.

Gioconda Belli o el poder sanador de la poesía

Gioconda Belli y Nelson Vallejo-Gómez en el «Hay Festival – Arequipa 2022»

Por Nelson Vallejo-Gómez

El poeta lo que hace es devolver a los demás el sentimiento colectivo, yo creo que lo puede poner en palabras, y por eso la poesía tiene el poder de consolación, porque uno ya no se siente solo, siente que hay voces, sentimientos que están haciendo eco, que lo que uno siente es el eco del sentimiento colectivo, entonces yo creo que ahí hay un gran poder sanador de la poesía.

Gioconda Belli

Esta entrevista fue originalmente publicada en el No. 204 de la Revista Aleph (2023)

Tenemos la alegría de estar de presencia con Gioconda Belli (poeta y novelista nicaragüense, n. 1948), una guerrera de la palabra, aquí en el “Hay Festival – Arequipa 2022”. Hoy es el seis (6) de noviembre, con un atardecer majestuoso que pinta el “apus” de esta tierra, el misti.

Querida Gioconda, esta entrevista es un pedido de mi querido vigía espiritual de Colombia, Carlos-Enrique Ruiz, fundador y director de la Revista Aleph, académica y cultural, la más antigua de Colombia. Será para nosotros un gran honor que estas palabras queden en la revista. Eres una guerrera de la palabra, y esa poesía te ha llevado a que te exilien en dos ocasiones.

¿Qué significa ser poeta y militante de una causa política en un país que ha sido para ti táctil y portátil?

Bueno, mira, la palabra guerrera es más bien el resultado de una práctica política. Desde muy joven, entonces yo creo, que se unió en mí la poesía y la militancia, porque sucedieron al mismo tiempo en mi vida. Yo creo que la poesía surgió a partir de que me di cuenta que yo tenía un papel social que jugar, porque yo me había casado muy joven; era una muchacha que tenía un futuro más o menos predecible dentro del estado social en el que me movía, que era casarme, tener hijos, y ser una dama en la sociedad nicaragüense sin mayor trascendencia. Pero, cuando yo me propongo y me siento identificada con la causa de luchar contra la dictadura de Somoza, que yo ya venía preparada en mi mente, porque mi familia era anti-somocista, y cuando ya estamos en el momento de hastío de todo lo que estaba pasando,
yo decido involucrarme con el Frente Sandinista, y a partir de ahí mi vida da un giro tremendo, de 180 grados, y ahí encuentro la poesía. La poesía viene como resultado de un encuentro interior con mi propio ser ciudadano, con mi propio reconocimiento de que yo podía ayudar a cambiar las cosas en mi país.
Entonces por ese motivo siempre ha estado muy vinculada mi poesía con mi práctica política, y por supuesto, dentro de esa práctica política, cómo viví el amor, cómo viví el feminismo, la maternidad, la separación de mi país, cuando me tuve que ir al exilio, todo eso está vinculado, y mi manera de contarlo,
de expresarlo era escribiendo poesía, y eventualmente, ya después del triunfo de la revolución, escribí “La Mujer Habitada”, y a partir de ahí me lancé a la novela.

“Línea de Fuego” fue el libro que escribí cuando me fui al exilio por primera vez en 1975. Yo había estado trabajando como “legal”, le decíamos nosotros en ese tiempo, yo era quien era, mi cobertura social no me permitía hacer un montón de cosas, yo no podía exponer posiciones políticas abiertas en los periódicos, en nada, porque yo era clandestina; entonces cuando me voy al exilio, porque capturan a la persona con la que yo trabajaba de cerca, entonces muy posiblemente la siguiente capturada iba a ser yo. Nosotros teníamos una regla, si te capturaban te quedabas quieto y callado durante una semana, esto para dar tiempo a los que vos podías involucrar se pudieran mover y ponerse a salvo. Entonces en esa semana yo me puse a salvo y me fui a México. Metida en un cuartico en México, con un montón de problemas, sin saber qué iba a pasar conmigo, escribí, y escribí, y escribí, porque todo lo que no había dicho durante todo el tiempo que yo había estado militando, de 1970 a 1975, todas las cosas que me habían pasado las eché y las dejé ir en unos cuadernos rayados que compré; y de ahí surgió “Línea de Fuego”, libro que ganó el premio Casa de las Américas en Cuba.

El segundo exilio se da desde que vuelve a ganar el poder Daniel Ortega, él decide desde el principio que se iba a perpetuar en el poder, empieza a mover el sistema jurídico, el ejército, la policía, a cambiar las leyes, hasta que logró modificar la Constitución para establecer la reelección indefinida, y usa a su mujer de Vicepresidenta; se convierte entonces en la caricatura de un tirano que tenía una relación profundamente cercana con el gran capital que se ha enriquecido enormemente, que de revolucionario no tiene nada más que el recuerdo de la revolución que está viviendo, usurpando el legado de muchísima
gente que murió por la libertad, por una revolución. Él está fingiendo todo este lenguaje revolucionario anti-imperialista, pero él sabe perfectamente que lo que ha pasado en Nicaragua desde el 2018 es una rebelión popular sobre la perpetuación en el poder y contra su cantidad de corrupción, partidización de
toda la sociedad y violación de los derechos humanos. Entonces, en 2018 se da esa rebelión y ahí él pierde todo escrúpulo para conservar su poder, porque siente que el pueblo lo rechaza, decide hacer lo que sea por quedarse en el poder.

Nelson Vallejo Gómez: “La comprensión lectora no debe ser agobiante”

Foto: GEC para el DIARIO CORREO de Arequipa

Entrevista del periodista y escritor SARKO MEDINA HINOJOSA para Diario Correo de Arequipa en el marco del #HayArequipa festival, 6 de noviembre 2022.

Pocas veces se hace el esfuerzo por reconocer al arte como una manera de responder las grandes preguntas de la humanidad, pese a que el humano es el único ser vivo capaz, por ejemplo, de crear poesía y comprender su uso y trascendencia, de eso nos habla Nelson Vallejo-Gómez en esta entrevista. Estuvo en el Hay Festival, sus reflexiones fueron sobre el cerebro y Blanca Varela, temas que parecen alejados, pero que se entrelazan significativamente

SARKO MEDINA HINOJOSA: ¿Hay algo especial en el cerebro de los artistas? 

NELSON VALLEJO-GOMEZ: He venido a aportar dos reflexiones que se pueden enlazar, una para conversar con el neurólogo francés Stanislas Dehaene sobre el algoritmo neuronal a través de las resonancias magnéticas nucleares y que él aplica esto en los estudios en neurología para entender el aprendizaje neuronal como por ejemplo de las matemáticas o la comprensión lectora, pero también me pidieron que diera una conferencia sobre poesía y escogí a Blanca Varela. Los artistas tienen una sensibilidad aguda para reconocer su entorno, es decir todos la tenemos como humanos, es una cuestión de educación, de talento, de talante, de lectura, importante leer en especial la poesía, como dice Varela, nos ayuda a enfrentar preguntas fundamentales sobre la vida, la muerte, el dolor, el amor.

SMH ¿El artista se enfrenta a preguntas que aún pueden cuestionarnos pese al avance de la ciencia? 

NVG Podríamos decir que las grandes preguntas fundamentales como el origen de la vida, el hombre se las ha hecho desde la noche de los tiempos, pero han alcanzado una conceptualización gracias a las matemáticas a partir del Renacimiento. Así que podemos decir que los científicos nos han permitido llegar a conocimientos profundos de la vida y tener hoy, por ejemplo, el control de la fuerza nuclear y una posibilidad de acceder al micro cosmos, al macro cosmos, sin embargo los grande poetas han estado en paralelo con los grandes científicos no tanto para utilizar el modo metódico matemático experimental y tener un juicio sintético a priori, sino para ir, como Blanca Varela misma lo dice en su búsqueda de las grandes respuestas: “No tuve más remedio que aprender a contestarme yo misma, y para no reconocerme, supongo, me aventuré con mucho trabajo, con mucho sufrimiento, con una gran alegría, con una delirante libertad.

SMH: ¿El ser humano es el único ser consciente en todo momento de si mismo, eso es propio de su cerebro? 

NVG : Recuperar la noción del sujeto y del observador en realidad es una reflexión reciente, las primeras reflexiones científicas se hicieron excluyendo al sujeto consciente, su movimiento, su temporalidad y solamente reflexionando, por así decirlo en materia muerta, hoy gracias a las tecnologías del IRM que permite captar el movimiento de la sinapsis y ver como está funcionando el cerebro en particular nos muestra que es el único de los mamíferos que tiene esa capacidad de atención de manera estadística, es decir que se puede concentrar en un solo punto dejando de lado los otros puntos y volver a desconcentrarse por ejemplo en el sueño pero también durante la reflexión y la auto critica el cerebro tiene la capacidad de aprender y reaprender.

SMH : Pero ¿aún así ahora tenemos problemas con la comprensión lectora en los jóvenes? 

NVG : Hay que utilizar ejercicios lúdicos y ejercicios metodológicos para que la atención para que la comprensión lectora no sea una obsesión desagradable sino que se convierta en algo lúdico a igual que ellos utilizan la atención en un videojuego, podrían usarse esa dinámica para descomponer y desestructurar las preguntas para que las hagan de manera negativa, de manera positiva, interrogativa, contradictoria, alimentar en los jóvenes la capacidad al disenso, la contradicción, a defender con argumentos, invitarlos a esa constante de reformular las preguntas y los conocimientos, de no contentarse unicamente con la información recibida, sino repensando la posibilidad de lo contrario. Los mayores lo decían simple: “aprender a ponerse en los zapatos del otro”.

TRILLAR LO INDECIBLE O LA POETICA VARELIANA

Por Nelson Vallejo-Gómez

“La poesía es una urgencia de canto, una forma de respiración; es ir al límite de ciertas cosas, ir al no ser”

Blanca Varela

Ponencia propuesta al HAY FESTIVAL AREQUIPA, 4 de noviembre de 2022; su trama y urdimbre ha sido un regalo para mi amigo-amauta, el poeta-pensador, Carlos-Enrique Ruiz, director-fundador de la Revista ALEPH, con motivo de la celebración del N° 200, Convergencia de Saberes, Ediciones Revista ALEPH, Manizales, 2022.

Nelson Vallejo-Gómez en el HAY FESTIVAL AREQUIPA, noviembre de 2022

La semblanza de los poetas, su hoja-de-Vida, es incisa sutil de su propia poesía, lucha angelical, Camino que se hace al andar, Golpe a golpe, Verso a verso, como decía Antonio Machado. Pero, si le hubiéramos preguntado a Varela por su “recorrido” profesional y/o vital (su curriculum vitae), la respuesta podría estar en esos versos suyos, donde háyase religada, poéticamente, la vida de lo íntimo, lo privado y lo público:

«Digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.»

Blanca Varela (in Canto Villano)

¿Quién era, cómo era, Blanca Varela?

El retrato que hace de ella su marido y padre de sus dos hijos, el pintor peruano, Fernando de Szyszlo, de quien bien hizo -al mío parecer indiscreto- separarse y divorciarse, es de una soberbia turbia y penosa. Uno se pregunta si algún día él supo de verdad qué es la poesía y cómo se fraguaba la voz poética de Varela, y sin embargo, emerge de este sombrío bosquejo, de este argumento negativo sobre la prueba de la existencia metafísica de Varela, una verdad irrevocable, que la engrandece, muñequita soñadora:

“Blanca era floja. No hacia muchas cosas, paseaba, cocinaba –mal-, disfrutaba la ciudad y de los amigos, leía sin cesar. Una mujer llena de talento sin la voluntad de trabajar seria y constantemente en algo”.

Con todo y flojera sublime, mas no destemplada, todo y falta de voluntad laboriosa, todo y sin “hacer muchas cosas”, su obra hizo andaduras ejemplares y querencias universales, y fue premiada, en vida, con el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo, México 2001, el Premio de Poesía Federico García Lorca, instaurado por el Ayuntamiento de Granada en España y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2007) otorgado por la Universidad de Salamanca y el Patrimonio Nacional de España. Bien tuvo Camila, su nieta e hija de Lorenzo, concluir el discurso que hizo en nombre de su abuela, para recibir el Premio Reina Sofía, diciendo: ¡Cómo quisiéramos haber sacado siquiera su mirada, sus manos o su gracia!

HERENCIA PICARESCA Y MESTIZAJE EN AMÉRICA
LATINA

Niños jugando a los dados (Murillo)

Por Nelson Vallejo-Gómez

Este ensayo fue originalmente publicado en:

Cátedra abierta-Grandes temas de nuestro tiempo – Bicentenario de la Independencia 1810-2010Memorias 2010, Marta Lucía Londoño de Maldonado Editora, Ed. Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales

No somos ni indios ni europeos, sino una especie media.

Bolívar (1819)

La marca de identidad latinoamericana en el mundo globalizado es
la de ser mestizo, pero también la de ser “vivo”, rebuscador y transgresor.
Por lo mismo, la acepción mestizo conlleva una connotación negativa.
Veo en la herencia de tipo picaresco el origen de tal negatividad; lo cual
requiere ser explorado, en busca de la diversidad de sentidos que tiene,
pues hay marca de España y también emergencias inéditas, propias al
Nuevo Mundo.

La marca de identidad latinoamericana en el mundo globalizado es
la de ser mestizo, pero también la de ser “vivo”, rebuscador y transgresor.
Por lo mismo, la acepción mestizo conlleva una connotación negativa.
Veo en la herencia de tipo picaresco el origen de tal negatividad; lo cual
requiere ser explorado, en busca de la diversidad de sentidos que tiene,
pues hay marca de España y también emergencias inéditas, propias al
Nuevo Mundo.
Propongo entonces indagar a través de una intuición literaria que
muestre, en su antropología, el carácter fasto y nefasto de la herencia
picaresca de corte castellano, mutado en viveza criolla. La hipótesis
de trabajo es que una comprensión positiva de lo que se entiende en
propio por mestizaje latinoamericano trasciende los aportes de la picardía
castellana, la malicia indígena y la viveza criolla. Con lo cual esclarece la
sombra contradictoria que colabora en la estructuración de la identidad
del subcontinente, desde el Rio Grande en el Norte, hasta el Rio de la
Plata en el Sur, pasando por los países andinos.

El Lazarillo de Tormes (Luis Santamaría y Pizarro, 1887, Museo del Prado)

La hipótesis de trabajo, preciso, es que lo picaresco nos favorece
entender el mestizaje y, por ende, la identidad latinoamericana. Porque,
en la cuestión de la herencia picaresca de corte castellano, que veremos
luego mutada en viveza criolla, hay un problema central de linaje, es
decir de reconocimiento. La fuente convocada para interrogar lo picaresco es un libro clásico: La vida del Lazarillo de Tormes.

La marca de identidad latinoamericana en el mundo globalizado es
la de ser mestizo, pero también la de ser “vivo”, rebuscador y transgresor.
Por lo mismo, la acepción mestizo conlleva una connotación negativa.
Veo en la herencia de tipo picaresco el origen de tal negatividad; lo cual
requiere ser explorado, en busca de la diversidad de sentidos que tiene,
pues hay marca de España y también emergencias inéditas, propias al
Nuevo Mundo.
Propongo entonces indagar a través de una intuición literaria que
muestre, en su antropología, el carácter fasto y nefasto de la herencia
picaresca de corte castellano, mutado en viveza criolla. La hipótesis
de trabajo es que una comprensión positiva de lo que se entiende en
propio por mestizaje latinoamericano trasciende los aportes de la picardía
castellana, la malicia indígena y la viveza criolla. Con lo cual esclarece la
sombra contradictoria que colabora en la estructuración de la identidad
del subcontinente, desde el Rio Grande en el Norte, hasta el Rio de la
Plata en el Sur, pasando por los países andinos.

La complejidad y el Confucionismo

La complejidad y el Confucionismo por Nelson Vallejo-Gómez, filósofo franco-colombiano, invitado especial de la Cátedra ALEPH, Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales – Informe de Relatoría, Sesión 9 Versión 30, martes 28 de marzo del 2017

Informe de Relatoría escrito por Martín Eduardo Estrada-Ramírez

Vallejo-Gómez se permite plantear una tesis en la que desestima la tendencia que albergamos en occidente. De acuerdo con él, actualmente existe una ruptura del ideal de persona por el enfoque que poseemos del proyecto de modernidad; con seriedad sostiene que “la razón, la técnica, la economía y los instrumentos no presentan una buena conexión con nuestro entorno” por el simple hecho de alojar una patología reduccionista de carácter cuantitativo. Vallejo-Gómez rechaza la concepción de reducir la razón, la educación y el progreso a algoritmos matemáticos que se traducen en una simple sistematización de nuestro mundo, inhibiendo la posibilidad de ampliar los medios, de expandir nuestros horizontes.

Vallejo-Gómez entrevistado por los medios manizalitas tras su intervención en la Cátedra Aleph.

Es martes 28 de marzo del 2017, no son más de las 9:10 de la mañana y el recinto en el que acostumbramos a desarrollar nuestra Cátedra Aleph ya tenía algunos asistentes. No se trató de una sesión usual porque las sillas más próximas a la puerta del recinto ya estaban ocupadas por cuatro personas: el docente Andrés Salas, director del Centro de Idiomas de la sede; la profesora Luz-Stella Cardona, gestora de proyectos desde la perspectiva de la complejidad; Carlos-Enrique Ruiz, ingeniero de caminos y de crepúsculos; y Nelson Vallejo-Gómez, filósofo franco-colombiano e invitado especial de la sesión. Fue tan inusual que varios de los participantes debimos acomodarnos en asientos distintos a los que normalmente usamos, suponiendo desde ese momento y desde esa nueva posición el acercamiento a un conocimiento de nuevas ideas, perspectivas y propuestas que nuestro invitado especial estaba a punto de exponer.

Carlos-Enrique Ruiz (izq.), «un hunsi o un hombre ideal en nuestra era contemporánea», según Nelson Vallejo (der.)

Carlos-Enrique dispersó un poco el ambiente insólito de la Cátedra al ser el primero en tomar la palabra, como normalmente ocurre en las demás sesiones. Nos extendió un amable saludo; seguidamente, aprovechó  para presentar a los docentes que nos acompañaban y no dudó en dar una merecida bienvenida a Nelson Vallejo, en la que reseñó su impecable hoja de vida, destacó las no pocas gestiones que Vallejo ha hecho en aras de la educación y resaltó, a través de los más adecuados y magníficos adjetivos, toda la labor llevada a cabo por este personaje de connotación internacional. Carlos-Enrique siguió su introducción y nos aseguró que hace no más de cuatro años Vallejo había compartido una sesión de Cátedra Aleph en la que se logró sacar provecho a todas las consideraciones y argumentos expresados por nuestro invitado y que esta sesión, la número IX de la trigésima versión de Cátedra Aleph, no sería la excepción luego de que Nelson nos pusiera en sintonía con los pensamientos de Edgar Morin y los conceptos de las “Analectas” de Confucio… El director de la cátedra prefiere no extenderse más, al ser consciente de que Nelson no podía acompañarnos hasta más allá de las 10:30 de la mañana. Cede la palabra a Nelson y a partir de ese instante se convierte en el fotógrafo oficial de la Cátedra. Nelson Vallejo-Gómez inicia su intervención a través de un saludo general y agradece las generosas palabras que Carlos-Enrique Ruiz le había dedicado minutos atrás. Opta, además, por considerar a Carlos-Enrique como un hunsi o un hombre ideal en nuestra era contemporánea, y es allí cuando el invitado incorpora por primera vez la corriente confuciana al mencionar el ideal de persona para este filósofo chino. (…)

«La concentración era tan abrumadora que ni siquiera un par de flashazos provenientes de la cámara de Carlos-Enrique consiguió desconcentrarnos.»

La actitud depredadora, sostiene Vallejo, nos encasilla en un consumo material que sólo repercute en factores negativos apoyados en un semblante egoísta y muy individualista. Ese semblante, escaso de altruismo, genera una descomposición del tejido social, en la que se desprecia el interés por lo público y se atenúan las posibilidades de diálogo.

Vallejo trata de dejar claro que el problema no estriba en la existencia de las diferencias, sino en la inexistencia de la participación que se tiene a la hora de acordar una forma de resolver las diferencias. De acuerdo con él, el pacto que formemos para resolver las diferencias siempre nos une, pues ahí es donde se robustece la sociedad democrática y los principios colectivos y se hunde la idea reduccionista y simplona de solucionar la diferencia a través de la prohibición, la discriminación y las injustas estigmatizaciones.

La foto de grupo tras «una sesión histórica», según Carlos Enrique Ruiz (al centro) con Vallejo-Gómez (de corbata)