Por Pablo María Delmar
Bitácora, Madrid, 14/06/2024
Escenas de horror desgarrador
Bombas incendiaras
destruyendo las casas
de Guernica,
por los siglos de los siglos
Un puñal en la boca
de una mujer
y en las manos el cadáver de un niño,
probablemente su hijo
Un combatiente de manos
gruesas y arrugadas
como las de obrero y labrador
Con el brazo descuartizado
la espada rota, la Resistencia
desmembrada
Y, sin embargo, brota del gesto
una flor primaveral
Caballo con lanza penetrando la boca
Mujer hundiéndose en las ruinas
Con lágrimas en lugar de ojos
Puerta bloqueda
y de la cual
sólo se percibe la línea
de una rendija
Dedos arrancados que sangran
La brutalidad infernal
del impacto
Y en el centro
imponente su amparo
La libertad guiando
al pueblo de Guernica.
Sin escapatoria
ante la barbarie,
la violencia y la indiferencia
La ventana vacía y rodeada de llamas
Una rodilla atravezada por una piedra en forma piramidal puntiaguda
Mujer mirando impotente
la lámpara de la libertad
Espada rota, luz y flor
de libertad.