« Hay que reformar motores de desarrollo »

He identificado en la Vía aquellas que tienen que ver con la política o el manejo del poder; con la economía o el manejo de las riquezas; con la sociedad o la organización de las instituciones; con el pensamiento o la organización de los conocimientos y competencias; con la educación o la relación fundamental entre la tradición y la modernidad; con la vida o el entorno humano y ambiental; con la ética o la relación del bien y del mal. El método consiste en llevar a cabo estas reformas de manera conjunta, complementaria e interconectada, asumiendo las relaciones complejas que implican y la lógica de bucle recursivo en donde los efectos retro-actúan sobre las causas, y donde los productos son en sí mismos productores de lo que los produce.

Edgar Morin
En Medellin, 1998

Nelson Vallejo entrevista a Edgar Morin para el periódico La Patria

Extracto:

Nelson Vallejo-Gómez: Se habla de reforma desde que se habla de política y de ética. Es decir, desde la antigua civilización greco-romana, pasando por el cristianismo, el renacimiento europeo, las revoluciones de la Modernidad, desde que se busca pensar en la mejor manera del buen gobierno y del buen vivir. ¿En qué consiste, en estos comienzos del siglo XXI, la reforma que propone el Pensamiento Complejo?

Edgar Morin: Creer que el Pensamiento Complejo es el nuevo “esquema mental” o el “new age” epistemológico puede ser sugestivo; es en realidad ilusorio y hasta ideológico. La alerta contra la tentacion de clave global o piedra filosofal es tan antigua como lo es la historia del pensamiento. En la Antigua Hélade existió también la complejidad -recuérdese a Heráclito, un presocrático llamado “el obscuro”, un pensador de los contrarios complementarios-; pero también existió el Pensamiento Complejo en la Cábala judía o en el yin-yang, contrarios que armonizan el universo en la antigua China.