Entrevista a Jean-Michel Blanquer
Nelson Vallejo-Gómez: Cuando en 1997 organizamos en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, el primer Congreso sobre las temáticas de la complejidad y el pensamiento complejo en Colombia, Edgar Morin dijo esta expresión para referirse al país: “Colombia es un país que vive a la temperatura de su propia destrucción” ¿Podrías comentarla?
Jean-Michel Blanquer: Existe, en efecto, algo de dramático en el destino colombiano, una especie de vértigo ante el abismo. Un engranaje negativo parece conducir los asuntos de este país desde hace casi medio siglo. Como si a fuerza de mirarse en el abismo se cayera allí cada vez más profundo. El pensamiento de Morin parece describir justamente una psicología colectiva y, al mismo tiempo, como suele decir el mismo Morin citando a Hölderlin: “Allí donde está el peligro reside la salvación”. Este verso de Hölderlin vale para Colombia más que para cualquier otro país del mundo porque los colombianos creen siempre en ello. Existe una desesperanza colombiana, pero no hay un desespero colombiano. Allí reside, me parece, la gran fuerza moral de Colombia.